Por: Nelson Paz Anaya – nelsonpazanaya@hotmail.com

Si hay un ejercicio que llena de inquietud, de conocimiento, de satisfacción y de propósito es el de adentrarse en la historia de Popayan, que es la de Colombia, y en mucho la de América.

Trasladarse a la época de la conquista, imaginar los inentendibles momentos cuando se revienta la tranquilidad milenaria del mundo prehispánico por esos seres desconocidos que llegan a arrasar y a imponer las condiciones de su incultura y de su avaricia a partir de la violencia.

Más adelante la etapa bucólica de la colonia, en la cual, los pobladores asentados en estos lares, conforme a su visión y a la organización dada por la corona, forman una membrecía que acumula poder, riqueza y una cultura acorde con los intereses locales, asi se formó la Ciudad que floreció como centro de referencia en La Nueva Granada.

En este ambiente propicio para la cultura y las artes, y con la catedra del Maestro Restrepo, se formarían las generaciones de payaneses que serían protagonistas de la historia de América.

Aquí sintió Nariño el mayor fervor por la independencia, contradictorio por haber sido el centro de mayor influencia de la península y de la religión católica.

La Simbología de la Ciudad, es la memoria de la etapa siguiente, con sus estatuas y sitios representativos, para no olvidar el legado de Camilo Torres, de Francisco José de Caldas, de Tomas Cipriano de Mosquera, de Julio Arboleda, de José Hilario López, de José María Obando, de Domingo Belisario Gómez, de Juan Gregorio Sarria, todos acompañados de campesinos en una gesta libertaria de dignidad, de heroísmo, de sacrificio en aras de construir la republica que hoy se continua formando.

Sin embargo, el valor histórico de la ciudad puede estar en grande riesgo, si quienes habitamos hoy estos lugares, no actuamos con la fuerza heredada de épocas pasadas de decencia y de generosidad, perdiéndose en un mundo distinto, distraído y difuso, sin cohesión cultural.

Si las basuras inundan la Ciudad, y nadie protesta de manera contundente, si no se exterioriza el repudio, si el daño ambiental señalado por la CRC, y el riesgo de contaminación por el anuncio de emergencia sanitaria de la administración, pasando por alto los vectores y los horribles montones de residuos, no dan la fuerza para pedir una explicación y una protesta, aquí se perdió la historia.

Corresponde rescatar el valor civil de los habitantes de la Vereda de la Yunga, ellos sí, dignos representantes de la historia, ejemplo a aprender y que protege contra los intereses económicos de una empresa extraña a la ciudad y sus beneficiarios; antes de que acaben con la Semana Santa, el Festival Gastronómico, la Noche de Museos, las Fiestas de Pubenza, el Comercio y el sueño de la Ciudad Universitaria, por el riesgo de que no tiene plan de contingencia que debería tener.

Las jugosas ganancias de las basuras no pueden distraer las prioridades de la Municipalidad, se demanda el aporte del conocimiento de la universidad, la protesta de los sindicatos, de los partidos políticos, de las organizaciones sociales, de la comunidad en general.

Se requiere el conocimiento que han propuesto muchas organizaciones sobre el contrato de las basuras, además, para ver cuantos patojos salen a defender el esperpento.

En artículo de la semana, el doctor Eduardo Nates López, hizo referencia a como de la factura el 55.4% corresponde al aseo; a lo cual, se debe sumar los costos de administración que por vía de facturación del agua terminan pagando los usuarios, además, se debe enseñar a la ciudadanía cuanto recaudaba y ganaba antes el acueducto y cuanto factura hoy la empresa Serviaseo.

La Secretaria de Salud del Municipio, es elocuente cuando en circular menciona, “el cumulo de basuras en sitios no aptos para estas, proporciona la proliferación de animales nocivos como ratas, cucarachas, moscas y mosquitos que trasmiten enfermedades a las personas.  “y agrega” que dan pie a infecciones que se propagan en el ambiente causando daños a la piel, vías respiratorias, alergias, y efectos repulsivos a la vista y el olfato.”, por ello el tema de la emergencia sanitaria.

El recibo de basuras de quince municipios más, generan la duda de; primero, si ese servicio si está autorizado y segundo, donde se ha calculado la afectación  por el tránsito de esas miles de toneladas de basuras que pasan en volquetas regando desperdicios por toda la ciudad, no se estará rondando el código penal, por uso indebido del objeto del contrato y el daño ambiental, y el de la infraestructura urbana, y como se calculan estos costos y utilidades?

La Ciudad está abocada a una prueba de consideración, o demuestra su capacidad para rescatar el respeto a sus derechos, sin más adjetivación que el que le da su historia, y la memoria de un pasado lleno de dignidades y de heroísmos, o nos enfermaran las basuras que dan tan buenos dividendos.