Por: NELSON EDUARDO PAZ ANAYA

nelsonpazanaya@hotmail.com

“En Popayan, se vive un ambiente lleno de orgullo por su historia, pero aquí hace tiempo, se dejó de hacer historia”.

Como asi que los sobrecostos del transporte de las basuras al Municipio de Yotoco, por la crisis que se formó en el botadero de la Yunga, utilizado por Serviaseo, será cobrado a los usuarios en las próximas facturas, como asi, si la crisis se produjo por deficiencias en su administración.

¿Hasta cuándo se abusará de la paciencia de las gentes buenas y sumisas de Popayan, además, de someter a la población al hacinamiento de desechos, al riesgo de contagio, a la contaminación ambiental, ahora resulta su gente culpable y como tal debe asumir pagos más altos de los que ya soporta?

Es una lástima que aquí no operan para estas situaciones, ni las Superintendencias, ni las Contralorías, ni las Procuradurías, la actuación de la Corporación Ambiental del Cauca, CRC, termino en una dudosa actuación, como que sí y como que no, se cambió una determinación por otra en un tiempo tan corto, que quedaron las dudas, al parecer solo la Personería ha tratado de tener una posición coherente.

Es fundamental que la Administración del Municipio, asuma una posición sobre estos asuntos, en algunas ha posicionado muy bien sus criterios, como en el cierre del centro comercial, por daños en sus estructura.

Ojala el Concejo Municipal que le debe tantas acciones a la ciudad, al fin tome una actitud de responsabilidad y respeto para con sus habitantes o será que se siguen imponiendo los concejales que siempre aparecen en las cosas dudosas y torcidas de la corporación y que además, se ufanan de ellas.

La Administración debe fijar su posición, sobre la pretensión del cobro anunciado en declaración ante este Diario de fecha jueves 18 de abril de 2019; de parte del gerente de Serviaseo, en donde con singular despliegue notifica a la Ciudad de Popayan, del cobro mencionado, sin ningún pudor, ni respeto; es cierto que aquí hay mucha sumisión, pero “tanto va el cántaro al agua hasta que al fin se rompe”.

Hasta cuando el abuso de las privatizaciones con la ciudad, y como explica tanta decidía la institucionalidad y hasta cuando los otrora orgullosos payaneses, aguantan tanta arbitrariedad con su paciencia y sus menguados recursos, donde se perdió la dignidad de otros tiempos.

Por elemental sentido de respeto es urgente los usuarios del Acueducto de Popayan, conozcan un informe claro y concreto sobre esta situación, porque a todos mortifica no solo la tarifa establecida, sino el aumento, el mal servicio y la afectación al medio ambiente, en un contrato que desde siempre ha tenido toda clase de dudas y cuestionamientos.

Tampoco hay claridad sobre la situación de los habitantes de la Vereda la Yunga y poblados vecinos que convoca la solidaridad de todo el municipio, con sus Juntas de Acción Comunal, y las organizaciones cívicas y sociales o será que también se piensa decir que sus protestas, son influidas por las organizaciones subversivas.

En Popayan, estamos en deuda con los compromisos ambientales, no se ha podido definir la ubicación de la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, no hay manejo adecuado de las Basuras, esta afectación limita la posibilidad de participar en proyectos que piden estas calificaciones y además, porque tienen sanciones económicas, tasas retributivas.

Es importante, los medios de comunicación, antes de que la publicidad genere silencios y posiciones obsecuentes, difundan el debate iniciado por los concejales José Dulis Urrea del partido Mira y Adrián Obregón del partido liberal, para quienes “Serviaseo está vulnerando los derechos constitucionales de la ciudad”.

Como si faltara poco, son irrespetuosas las afirmaciones del gerente de serviaseo, cuando pretende criticar las inversiones en pavimentos realizados por la administración municipal, no faltaba más, y no dijo nada, la secretaria de Infraestructura, ni la oficina de prensa.

Mientras no se adelante una discusión concreta y objetiva sobre esta temática, que corre como torrente de lixiviados en torno de las basuras, estos dudosos asuntos sobre los cuales, la ciudadanía tiene tantos cuestionamientos, aumentaran la desconfianza y el descredito de la política, porque muchos de sus actores guardan silencio mientras la ciudadanía soporta estos sacrificios.

El momento es oportuno para que los participantes de la política regional, expongan sus pensamientos y criterios sobre esta problemática, que tanto afecta la sensibilidad de la vida en Popayan, o es que el olor de las basuras no deja hablar, y entonces se producen los silencios.