Por: Juan Carlos López Castrillón
juancarloslopezcastrillon@hotmail.com
Nuestro país tiene la virtud de producir tantas noticias, que las de la semana pasada que considerábamos eran graves en su momento, ya se olvidaron. Hay una nuevas que borraron a las anteriores. De todo sólo nos van quedando unas percepciones, que acumuladas a veces construyen opinión.
Por eso, antes de iniciar en forma el mes más alegre del año, donde todos haremos una sana catarsis alrededor de las celebraciones en familia, vale la pena un recordéis de lo más importante de los últimos días.
La idea es madurar una conclusión, que en principio ya adelanté en el titular de esta columna, pero veamos mi resumen:
- Las marchas. Se nos quedan en la retina las miles y miles de personas que caminaron esta semana pidiendo más presupuesto para la universidad pública. Pero también se nos quedan los actos de vandalismo que se presentaron en algunos casos ¿Falta de liderazgo e interlocución válida?
- La Ley de Financiamiento. ¿Existe algo más impopular que subir los impuestos? Al parecer sí, y es combinar el alza en la tributación con “creativos bandazos” que terminan siempre clavando a la clase media ¿Improvisación?
- El Fiscal. Después de leer todo lo que pasó en el trágico caso de la familia Pizano y ver el debate de Odebrecht en el Senado, el sentimiento de respeto que debería inspirar un fiscal se transforma en miedo. El presidente tiene una gran oportunidad para lucirse con la terna para el fiscal «ad hoc».
- El video. Existen muchas respuestas pendientes alrededor de las circunstancias que rodean el video en el que se ve a Gustavo Petro recibiendo una importante suma de dinero en efectivo. Se viene una investigación que va a terminar siendo de enorme importancia para el presente y el futuro de la política.
- La trompada. Produce vergüenza ver al alcalde de Bucaramanga golpeando e insultando a un concejal de esa ciudad. La soberbia y la violencia son mezclas nefastas, más cuando están rodeadas de poder.
- La enderezada. Es preocupante que apenas transcurridos cien días del nuevo gobierno, dos de cada tres colombianos tengan ya una imagen negativa del presidente y su gestión; de ahí el comentario del expresidente Uribe: «necesitamos que Duque enderece». Falta ver qué significa «enderezar».
- Una buena. La empresa Booking acaba de señalar que los turistas modernos interesados en los países andinos, están buscando destinos diferentes a los tradicionales (los llaman «emergentes”) y prefieren los lugares que ofrecen buena gastronomía local y desarrollan iniciativas de turismo amigables con los animales y el medio ambiente. Las regiones de Colombia están calificadas como buenas opciones. Hay que conectar al Cauca con ese circuito.
- Nueva indagatoria. El próximo miércoles 5 de diciembre vuelve a ser citado el alcalde de Popayán a una nueva audiencia de imputación de cargos. Por el bien de todos, especialmente de él, se deberían tener rápidas conclusiones de esta situación tan desgastadora.
Los ejemplos anteriores son sólo una muestra – que probablemente se queda corta – de lo que estamos viviendo los colombianos en este final de año; situaciones que confirman en buena medida las razones del pesimismo que hoy en día se está sintiendo en esta tierra del sagrado corazón.
Los tiempos presentes son como los de un mar agitado. La incertidumbre crece y se requiere buen timón, buena vela, buen capitán y buena tripulación, para que este barco no acreciente sus dificultades.
Posdata: le atribuyen a Charles Darwin la siguiente frase: «las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio». Es la hora de reinventarse.