Con la letra de Pedro Medina Avendaño y la música del Maestro Francisco Cristancho, el Partido Liberal tiene su himno, y es destacable su coro que dice así: Somos Liberales nuestra voz prolonga el clamor y el nombre de Uribe y Gaitán, somos el Partido del pueblo irredento y es nuestra consigna Libertad y Pan.
Quién con más reconocimiento para representar este pensamiento filosófico que SERPA, sí, Serpa a secas (porque a los caudillos se les nombra de esta manera Uribe Uribe, Gaitán, Galán, Pizarro, Pardo, Jaramillo, etc), porque es tal la cercanía con el pueblo, que le siente como uno de ellos y entonces se tiene la “confianza” de llamarles por el nombre y/o apellido.
Horacio Serpa Uribe nace en la ciudad bonita, en Bucaramanga capital del departamento de Santander el 4 de enero de 1943, escudero fiel, leal político a sus principios y proyectos; primera autoridad de Santander 2008 a 2011; ministro, candidato a la Presidencia de la República en tres oportunidades por el Partido Liberal colombiano; alcalde, senador, presidente de la constituyente del 91, procurador y designado presidencial.
El imperio del norte, que se hace el de la vista gorda frente a la financiación de campañas electorales, encontró para un show mediático como chivo expiatorio a Samper y Serpa, para generar hipócritamente el “escarmiento” a la injerencia de los dineros poseídos por las mafias y puestos a jugar en la política, tan solo como uno de los miles de ejemplos del comportamiento de los gobiernos norteamericanos es la de no presionar la investigación por posible compra de votos a favor de Iván Duque por parte del «Ñeñe Hernández».
Como olvidar su coraje, su gallardía y entereza para decir las cosas, donde algunos creen y dicen que “en la política no hay amigos”, “que a la gente hay que decirles lo que quiere escuchar, así no se pueda”, en fin, en medio del engaño, la traición y la promesa politiquera Gavirista a la que se redujo el actuar del partido Liberal.
Frases célebres que dibujaban el carácter del dirigente rojo: “A López Pumarejo y a Lleras Restrepo les enmuchilaron sus reformas al agro, y el SETTT de López Michelsen (salud, educación, tierra, techo y trabajo) nunca operó en un sistema de manguala como el Frente Nacional”; o en el Congreso de la República, en el marco del proceso 8000 su famosa frase “¿Que renuncie el doctor Ernesto Samper? ¡Mamola! Como decía Jorge Eliécer Gaitán”.
Partió Horacio Serpa, a juntarse con Uribe Uribe, Gaitán y Galán, a solicitar desde allá a las aguerridas y consecuentes mujeres y/o hombres liberales, retomar aquello de “somos el Partido del pueblo irredento y es nuestra consigna Libertad y Pan”.
Mientras Serpa vivirá en los colombianos de todos los partidos, Cesar Gaviria será recordado infaustamente como el sepulturero del partido liberal.