Por: Juan Pablo Matta

Me ha sorprendido mucho cómo una comunidad como la nuestra es susceptible a la desinformación, incluso a reaccionar sin estar seguros, lo peor, a reaccionar de manera violenta frente a especulaciones.

Llevamos tres días discutiendo respecto al Pico y Placa, sobre una premisa equivocada, un proyecto de decreto que era un documento de trabajo presentado por la Secretaría de Tránsito y Transporte del Municipio.

Tenemos un excelente Secretario de Transito, que hace su trabajo con dedicación y compromiso, pero además es un experto en el tema, sin embargo es su visión desde su sector y me corresponde a mí temporalmente, los pocos días que este encargado, escalar las discusiones al plano general donde se cruzan los demás espacios de la sociedad.

No sé quién ni con qué objetivo filtró el borrador, pero esto nos permitió evidenciar cómo tenemos debilidades dialécticas, partir de argumentos que no son ciertos, despierta la feria de las especulaciones que desemboca innecesariamente en agravios y amenazas sin sentido. ¡Debemos parar el proceso de convertirnos en una sociedad violenta de inmediato!.

Hemos trabajado con entrega en la fórmula de contingencia para lo que vamos a vivir: 94 obras que se iniciarán en el segundo semestre del año y que impactarán muchas de nuestras vías principales, dejando sin capacidad a la malla vial para mantener circulando todo el parque automotor.

Hemos revisado diferentes escenarios, el primero y con el que inició la discusión hace varias semanas fue el del borrador que conoció el público, la segunda propuesta fue un pico y placa de 2 días a la semana y el sábado pares e impares, así una semana serían 3 días y otra 2 de restricción, también de 5am a 10pm.

Luego llegamos al final la semana pasada a la fórmula más flexible posible que es un pico y placa de 7am a 8pm dos días a la semana.

A pesar de todo esto yo creo que a la sociedad hay que mostrarle otros caminos, cuestionarnos como individuos y forzarnos a aprender a construir colectivamente cultura ciudadana para que la convivencia mejore.

Como las obras aún no empiezan, quiero proponerle a la ciudad un reto, que nos impongamos cargas individuales voluntarias en el manejo del tráfico. Usar menos el carro, compartirlo con los compañeros de trabajo, parquear donde se debe, usar la bicicleta, etc.

Vamos a evaluar en un mes, si la sociedad mejora sus actitudes y mejoramos en lo colectivo, si hacemos una ciudad más vivible en lo cotidiano, si entendemos que todas nuestras acciones tocan a los demás, si aprendemos a ver en el compañero de trabajo un socio para transportarse, si podemos coordinar con el vecino para turnarnos en el uso del vehículo, en fin, tantas opciones que hay, estoy seguro que no será necesario el pico y placa.

La pregunta es si ¿SOMOS CAPACES SIN PICO Y PLACA? y la respuesta la tenemos todos.

¡Un abrazo!