ACUEDUCTO

La crisis de la ciudad no da tregua y avanza sin contemplaciones tocando a la actual administración. Parece existir además una percepción generalizada entre amigos y opositores al actual gobierno del alcalde César Gómez Castro, de decepción. Su elección fue abrumadora porque entre otras cosas representaba una importante esperanza para la recuperación de tantos males enquistados en una de las urbes menos complejas de gobernar en Colombia.

Pero por ahora la crisis en muchos frentes sigue creciendo con gran colapso de la ciudad, aumento en la inseguridad, desempleo rampante, desorganización en las obras de intervención urbana, desorden en la realización de eventos, anarquía en horarios nocturnos por establecimientos como en la zona de Torremolinos, desatención ciudadana en el sector comercial, falta de mayor acompañamiento ciudadano en la gestión pública, cortes de agua sin previa información y menos posterior explicación, etc.

Acueducto sin servicio ni explicaciones

Sobre esto último es repetitivo y desagradable. Solo un ejemplo de tantos: abril 30, mayo 1 sin servicio de agua en varios sectores de la ciudad. Al llamar eventualmente contesta molesta una persona que no tiene idea de lo que pasa, dando explicaciones erráticas, o contesta un vigilante despistado diciendo cualquier cosa. En pleno Siglo XXI esta entidad pública no tiene un mínimo servicio al cliente con cierta dignidad, no se ha modernizado en lo básico, pero eso si exigen un cumplimiento matemático en el pago del mal servicio y en un olvido o dificultad del ciudadano, no tienen problema en suspender su mal servicio. ¿Esa es la cultura de la mediocridad administrativa que quiere promover esta alcaldía?

¿El «Cambio» es chiste o está mal comunicado?

La palabra “cambio” en las poco argumentadas redes sociales la han convertido en caricatura y memes, es objeto de burlas. Y esto sucede más por la falta de una buena estrategia de comunicación, lo cual evidencia que el alcalde tendría un mal acompañamiento o precaria asesoría en comunicaciones. Seguramente por allí también debe hacer su propio cambio o mejoría, ya que consideramos es una persona valiosa, con ciertas iniciativas (aunque le falte mucho talante aún). Otros opinadores creen que tiene una mala asesoría en otros frentes como la atención en el espacio público y todo lo que tiene  que ver con el orden urbano y la movilidad.

Hoy hay mucha publicidad desordenada que ensucia y desluce la ciudad, con pasacalles oficiales (y no oficiales) a destajo por ejemplo, invasión de los andenes por talleres y negocios que se apropian del espacio público de las personas. Los pasacalles que tanto le gustan o promueve la administración debería saber que están ambientalmente prohibidos por la contaminación visual y por ser distractores de los conductores. Y esto mucho tiene que ver con la planeación urbana y asesoría en estos temas. Es decir la ciudad inmerecidamente ahora está muy fea, como fea está la situación de tantos ciudadanos que se merecen mejor suerte.

Se espera que el alcalde no sea soberbio (aunque tantos reafirman que sí lo es), engolosinado de poder y actúe en consecuencia, sin dejarse manipular de quienes aún se consideran ‘vacas sagradas’ provincianas con sus intereses ocultos. Esto hace mucho daño llevando a la mediocridad y al abismo. Pero a pesar de todo y casi en contra de la lógica, le seguimos otorgando el beneficio de la confianza, hacemos el esfuerzo de creer aun en él con la esperanza de tener resultados al menos en el mediano plazo.

Por ahora hay frentes que el alcalde debe intervenir casi de inmediato, reforzarlos o hacer los “cambios” pertinentes. Es evidente la debilidad (al menos perceptible o visible) en dependencias como tránsito, acueducto, planeación, comunicaciones, gobierno, sin conocer internamente como marchan otras gestiones. Llamar al orden con autoridad y dientes es urgente ya que la ciudad no da más espera. A muchos se les agota la paciencia, lo cual puede convertirse en una bomba de tiempo que podría mandar el “cambio” al traste.

Popayán a la vanguardia en desempleo

Mientras en Colombia la tasa de desempleo está debajo de los 10 puntos (9,7) porcentuales, en Popayán siguen en aumento, creciendo casi en un punto en el último periodo de medición. Según el último informe de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih) y los indicadores del Mercado Laboral del Departamento administrativo nacional de estadística, dio a conocer que, en el primer trimestre del 2017, en Popayán aumentó la tasa de desocupación laboral en aproximadamente 0,7 puntos porcentuales. Porcentaje que preocupa ya que es el más alto en los últimos 12 meses, con una tasa de desempleo de casi el 15%, ubicándose entre las primeras ciudades colombianas con mayor índice de desocupación laboral. Y los planes de emprendimiento y fortalecimiento empresarial. ¿Dónde están?

Según Transparencia por Colombia, Popayán con alto riesgo de corrupción

En un estudio realizado por la organización no gubernamental (ONG), Transparencia por Colombia, durante los años 2015 y 2016, se analizó la gestión que vienen realizando las alcaldías y gobernaciones en conjunto con las contralorías departamentales y otras entidades públicas del nivel nacional. Sorprende no gratamente, que la alcaldía de Popayán esté calificada en esta evaluación con un ALTO riesgo de corrupción. Otra tarea gigante para el actual alcalde, revertir estas cifras, lo cual le exige acompañarse y asesorarse muy bien.

Secretarios señalados de graves líos obligados a renunciar

Queda la duda con la captura de su asesor jurídico (y posterior renuncia), que en un evento de minería ilegal (o criminal) si bien no firma es el responsable de aconsejar y apoyar al alcalde en estas circunstancias. El jurídico no tuvo empacho en salvar su pellejo (humanamente entendible), lo cual obviamente tenía un costo y lo obligaba a renunciar por su cierto acto de deslealtad poco elegante. 

La minería ilegal en el país está causando catástrofes y muertes. Es decir se constituye en uno de los actos criminales más perseguidos y en la mira del país, tanto como el narcotráfico. Este incidente por ahora deja un profundo mensaje. No se puede tener en lo absoluto ningún tipo de consideración ni favorecimiento con estas actividades, so pena de ser cómplice de las atrocidades no solo contra la naturaleza, sino contra la vida humana.

 

Igualmente se recuerda la renuncia de otro ‘desconocido’ funcionario que llegó a posesionarse como secretario de gobierno, ‘tumbado’ por un medio de comunicación que alertó de una aparente condena penal anterior que al menos éticamente lo inhabilitaba. No son hechos de poca monta para replantear esta administración, como lo exigen buena parte de los ciudadanos.

Apostilla: Intentamos comunicarnos por todos los medios con el alcalde César Cristian Gómez de Popayám, pero no respondió las llamadas, ni los mensajes de voz, ni de WhatSap.