Popayán, la capital del Cauca, está en bancarrota. Un caos administrativo, económico y de infraestructura, se vive en la ciudad. Son muchos los indicadores, que se han mostrado, que nos dicen que, en verdad, hace falta una dirección correcta, que esté bien informada, que atine a presentar unas políticas, que tiendan a mejorar la situación, de los cerca de cuatrocientos mil habitantes, que tienen que sobrevivir en esta ciudad. Cada vez, los signos de estar mal enrutados, son mas evidentes. Hacia finales del 2015, cuando la cuestionada por el actual mandatario Cesar Cristian Gomez, del abogado Francisco Fuentes Meneses, entregó el desempleo en cifras de un solo dígito, es decir, inferiores al 10 por ciento. Hoy, después de año y cuatro meses de ésta Alcaldía, que prometió un cambio para la ciudad, especialmente en el aspecto económico, el DESEMPLEO abruma a Popayán, con una cifra del 14.9 por ciento, es decir seis por ciento superior, a la que entregó el anterior alcalde. Es algo, que acongoja a los payaneses, pues ya quienes defienden la Alcaldía del actual burgomaestre, son pocos. Se podría decir que un reducido grupo de beneficiarios directos de los actos del mandatario local, debaten en las redes sociales, sobre estos asuntos. El resto de la ciudadanía, está abrazada por la desesperanza que es el peor estado en que puede encontrarse una sociedad. No hay signos, que nos digan que esto va a cambiar, porque, ensoberbecido el Alcalde, con el canto de sirenas que salen desde su equipo de gobierno y los pocos destinatarios de sus acciones, no reflexiona y por tanto no busca salidas, sino que cada vez se mete mas al tunel, que él mismo, ha cavado en estos 14 meses de «gobierno de maquillajes», en donde se le pone más atención a las formas, que al fondo de los problemas.