En el marco del debate sobre la Reforma Tributaria en el Senado de la República, el senador caucano Luis Fernando Velasco expresó su oposición a los puntos contenidos en el proyecto, en los cuales se pretende incluir un impuesto al carbono y una contribución parafiscal a los combustibles.
Como defensor de los ciudadanos y opositor a los altos precios de la gasolina, el Congresista explicó mediante una carta enviada a todos los Senadores y Representantes, las razones por las cuales sería injusto con los colombianos, aprobar la propuesta hecha por el Gobierno Nacional.
Asimismo, solicitó el apoyo de todos los congresistas para evitar que mediante esta Reforma, se generen más incrementos en los precios de los combustibles.
La carta completa:
Bogotá, diciembre 13 de 2016
Senador
Xxxxxxx xxxxxxx
Senado de la República
Ciudad
Cordial saludo:
Teniendo en cuenta que está próxima a ser debatida la Reforma Tributaria y a que he mantenido un debate serio y respetuoso con el Gobierno Nacional acerca de los precios de los combustibles en el país, me permito allegarle algunas opiniones acerca de los tributos referidos a los combustibles, a saber, i) el Impuesto al Carbono y ii) la Contribución Parafiscal al Combustible, con sus efectos negativos sobre la economía nacional, esperando que el Congreso asuma una postura de defensa de los intereses de todos los colombianos.
Impuesto al carbono:
En la Parte IX de la Reforma Tributaria, se presenta como un “gravamen que recae sobre el contenido de carbono de todos los combustibles fósiles, incluyendo todos los derivados de petróleo que sean usados con fines energéticos”. Sin embargo, el hecho generador del impuesto es la compra de combustible, no la emisión de CO2; por ejemplo, tributaría lo mismo un vehículo que por sus condiciones técnico mecánicas emita altos niveles de CO2, que uno que emita niveles inferiores o quien utilice el combustible para cualquier otro fin.
Este impuesto termina incrementando el precio final de los combustibles sin disminuir su consumo, ya que la demanda de este tipo de productos es inelástica[1], es decir que el aumento en su precio no se traduce en un menor consumo, ni incentiva el uso de fuentes energéticas alternativas, ya que el Gobierno no las prevé en la Reforma, ejemplo de ello es que en el año 2012, el galón de gasolina alcanzó los $9.000 pesos y su consumo en el sector transporte aumentó[2]. Así las cosas, contrario a lo argumentado en la exposición de motivos de la Reforma[3], este impuesto no disminuye las emisiones de CO2.
El llamado “impuesto al carbono” presenta un problema técnico de fondo, ya que la tarifa es calculada de acuerdo a la calidad del combustible y no a las emisiones de CO2 de cada vehículo, es decir, se podría llegar al absurdo de que Ecopetrol produzca combustibles de menor calidad y que contaminen más, con el fin de aumentar el recaudo.
Contribución Parafiscal al Combustible:
El 25 de noviembre de 2015, gracias a una demanda que presenté, la Corte Constitucional mediante Sentencia C726/15 declaró la inexequibilidad de los artículos 69 y 70 de la Ley 1739 de 2014 que creaban la contribución parafiscal a los combustibles, dejando al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) sin fuente de financiación.
Con esta decisión, el Gobierno Nacional debió devolver al consumidor final vía precio un estimado de $700 pesos por galón, ya que los recursos recaudados por este concepto quedaron en un limbo jurídico al no poder ser transferidos al FEPC, el cual no ha sido liquidado desde el tercer trimestre de 2014. Sumado a esto, desde el 2014 el precio internacional del crudo bajó en un 56%, mientras en ciudades como Bogotá apenas disminuyó en un 8%.
No es fácil prever el futuro de los precios del petróleo debido a su volatilidad. Aunque existan mensajes de alza por recientes decisiones de la OPEP de recortar cuotas de producción, no es menos cierto que la política energética anunciada por el nuevo Presidente de EE.UU y los hallazgos petroleros de Texas, nos hacen pensar que en el futuro no se sostendrá la tendencia al alza de días recientes. Con el fondo parafiscal que se quiere revivir, esos menores precios del petróleo no se transmitirán al consumidor.
La contribución parafiscal es un tributo inequitativo, como se puede observar en la Tabla 1, que refleja que en diciembre del año 2008 los consumidores pagaron por este tributo hasta $2.103 pesos por galón de gasolina.
Fecha | Ingresos de Ecopetrol por galón[4] | Precio final de gasolina[5] | WTI (USD)[6] | Dólar[7] | DIFERENCIAL de participación (pesos por galón)[8] |
Oct-08 | $4.106,89 | $7.706,04 | 98,23 | $2.184,76 | $348 |
Nov-08 | $4.063,70 | $7.744,39 | 63,93 | $2.392,28 | $1.446 |
Dic-08 | $3.977,44 | $7.629,18 | 49,34 | $2.318,00 | $2.103 |
Ene-09 | $3.924,21 | $7.600,35 | 46,17 | $2.243,59 | $1.517 |
Feb-09 | $3.876,70 | $7.601,21 | 40,87 | $2.450,78 | $1.080 |
Tabla 1. Contribución parafiscal oct-08 – feb-09.
Revivir este parafiscal significaría que el precio de los combustibles en Colombia seguiría inflado a pesar de la disminución en el precio internacional. El Gobierno Nacional busca habilitar nuevamente este mecanismo para poder transferir al FEPC recursos que ha venido cobrando ilegalmente, eliminando cualquier posibilidad de devolverlos vía precio a los colombianos.
Como Congresistas tenemos dos alternativas: no acompañar al Gobierno Nacional en este cometido o, como lo he venido proponiendo, establecer un sistema de franjas para el ahorro y desahorro del FEPC, que de una vez por todas evite que los precios de los combustibles en Colombia sigan injustificadamente inflados.
Atentamente,
LUIS FERNANDO VELASCO CHAVES
Senador de la República