Hace unos días, en coloquio de amigos surgió la pregunta sobre ¿cuál ha sido el peor gobierno en los últimos años con el Departamento del Cauca en materia energética?
Algunos afirmaron que fue Samper pues durante su gobierno senegó la licencia ambiental a la hidroeléctrica de Micay, que de haberse construido, le estaría produciendo grandes recursos propios, al Departamentoquitándose tanta dependencia del nivel central;otros en cambio dijeron que el peor era el de Pastrana, pues en su mandato, se intervino Cedelca, sin ninguna razón de peso excepto la de debilitar al entonces gobernador, Cesar Negret, quien con determinación, había solicitado a la Nación pagar los subsidios por estratificación.
La mayoría, estuvieron de acuerdo que el peor erael de Uribe, pues su gobierno entregó, de manera turbia, la distribución y comercialización de energía en el Cauca,primero a una empresa fachada donde participaban variosex – funcionarios del gobierno,donde el mayor accionista era una empresa constituida en Panamácon 10.000 dólaresy ante sufracaso,la volvió a entregar a dedo a la Compañía Energética de Occidente (CEO) omitiendo la solicitud de compra que para el Departamento, había hecho el gobernador González.
Cuando habíamos llegando casi queaun consenso,un joven amigo argumentó de manera contundente que el peor ha sido el de Santos, por las siguientes razones:
Primero, dijo que estratégicamente, en éste gobierno, se había enterrado la posibilidad para que la región, manejara su empresa, pues los más de$20.000 millones de pesos que todos los caucanos habíamos aportado a través del impuesto predial fueron capitalizados sin actualizarlos a “valor presente” y a un valor por acción superior al valor real de la empresa permitiendo así, que el Gobierno Nacional, continuara en mayoría accionaria, es por ésta razón que las asambleas de accionistas y juntas directivas son un chiste;son presididas por funcionarios de tercer nivel pues las decisiones ya estántomadas ynunca se tienen en cuenta las necesidadesde la región. Hoy, por ejemplo, Cedelca tiene $25.000 millones en caja, y a pesar de tantas necesidades no se le ha permitido hacer inversiones en generación de energía. Es por tanta impotencia, que algunos gobernantes locales han manifestadola conveniencia de vender la participación que tienen en la Empresa.
Por otro lado,continúodiciendo,que era en éste gobierno donde, con la aquiescencia de la Superservicios se han permitido los mayores atropellos a la población, con tarifas promedio superiores a la media nacionalydonde se haconsentido que el operador arrincone a usuarios ricos y pobres con la figura de “energía dejada de facturar”. Finalizó diciendo que, síera tan grave lo de Uribe,entonces¿dónde está la sanciónalos funcionarios de la Superintendencia y del Ministerio de Minas involucrados en semejante “torcido”?o ¿será que son los mismos con diferente ropaje?
Con dicha argumentación concluimos lo siguiente: 1) Es clara la poca importancia que tiene el Cauca para Colombia, no de otra manera se explica que vamos a cumplir 20 años sin que los caucanos tengamos ninguna injerencia en nuestro recurso más valioso.2) Hay un estrecho margen sobre cuálha sido peor,si Uribe o Santos, sin embargo la ventajade mejorares de ésteúltimo, pues aún tiene años por gobernar y puede darle un cambio al Cauca permitiendoentre otras:Que la propiedad de Cedelcasecomponga según la realidad de la empresa cuando se hizo la capitalización;que la nación repare a la empresa por su desastrosa administración durante los añosde intervención;que se capitalicen los activos energéticos del Departamento y sobretodo, que le permita a Cedelca hacer proyectos de generación de energía.Todo esto se propuso en la última Asamblea de Accionistas y está para estudio.
Los caucanos, con esto, no pedimos limosnas, pedimos justiciay respeto a la autodeterminación de nuestra riqueza, puespor lo que se ve, y al paso que vamos, en época de po$conflicto,lo que quieren allá es que sigamos siendo limosneros.