La Procuraduría, la Fiscalía y la defensa de Feliciano Valencia pidieron a la Corte Suprema de Justicia que revoque la condena de 18 años de prisión que el Tribunal Superior de Popayán le impuso al líder indígena por el delito de secuestro simple.
Esto al considerar que la justicia ordinaria no era la competente para revisar una denuncia presentada en su contra luego que el cabo tercero del Ejército Jairo Danilo Chaparral Santiago fuera retenido y sometido a un castigo indígena en el año 2008 en el resguardo La María de Piendamó.
El abogado de Valencia, Germán Pabón, dijo que no se trató de un secuestro, sino que se le aplicó un castigo propio de la justicia indígena.
«Feliciano Valencia es un símbolo de paz y representa la lucha y la dignidad de los indígenas de Colombia y lo está esperando la Jurisdicción Especial Indígena para procesarlo la madre tierra para celebrar su inocencia», dijo Pabón en la audiencia.
La Procuraduría señaló que aunque los hechos sucedieron en territorio indígena, la víctima no lo era y que la justicia ordinaria sí tenía la capacidad de juzgar a Valencia.
Sin embargo, señaló que Valencia no tenía el dominio de los hechos y por tanto no fue coautor ni cómplice del secuestro.
Por su parte la vicefiscal Elka Venegas le solicitó a la Corte que absuelva a Valencia por estimar que el caso siempre debió estar en manos de la Jurisdicción Especial Indígena pues los hechos sucedieron en territorio indígena.
El representante de la víctima requirió mantener el fallo del Tribunal que estimó que el militar, adscrito a la Brigada Móvil No. 2 del Batallón de Contraguerrilla No. 15 Libertadores del Llano, fue retenido más de 14 horas y sometido a tratos inhumanos hasta que fue liberado por mediación del Ministerio Público.
De acuerdo al representante, el militar estuvo en una jaula y el castigo le dejó secuelas que permanecen el tiempo.
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