Así lo expusieron voceros de organizaciones de derechos humanos al representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Todd Howland y al embajador de Noruega, Lars Vaagen.
Y es que según las Naciones Unidas el reto en el posconflicto son las presiones que distintos actores ejercen a líderes defensores de derechos humanos. Las cifras preocupan, pues en el 2015 se presentaron 63 asesinatos y en lo corrido del año 35, gran parte de ellos registrados en Cauca.
En el encuentro de los delegados internacionales y los voceros de las comunidades, se asumieron compromisos para minimizar este tipo de situaciones, entre ellos gestionar el avance de las investigaciones para evitar impunidad, evaluar medidas de protección y mitigar las amenazas.
Los afectados manifestaron que un buen número de las intimidaciones provienen de las fuerzas del Estado, o se producen por defender los derechos humanos y rechazar actividades como la minería ilegal, la corrupción y el narcotráfico.
“(…) Estamos trabajando con las comunidades para decir que hoy es el tiempo de denunciar este tipo de violaciones. Tratamos de construir puentes entre los líderes y el Estado (…)”, agregó Howland.
Foto: Gobernación del Cauca