Cerca de setenta y cinco trabajadores, de muy buen rendimiento, y capacitados en labores muy delicadas en el Hospital Universitario San José, fueron desvinculados, por la actual administración, para atender apetitos burocráticos de los grupos que apoyaron al actual alcalde Cesar Cristian Gomez. Es el regalo de reyes, para setenta y cinco familias de la capital, que «se quedan en la cochina calle, sin posiblidades de trabajo» dijo un sindicalizado, que pidió no ser identificado. El mismo informante, dijo que se ha montado una cacería de brujas, para identificar a todos los servidores que vinculó, el anterior gerente del centro asistencial, con el fín de quitarles el trabajo, en una actitud, que los trabajadores «no entendemos y no compartimos, pues el Doctor Narváez, nunca tuvo criterios políticos para vincular o desvincular personal» terminó anotando, con un dejo de tristeza e incredulidad. Según informaciones extraoficiales, se ha dado el contrato para administrar, esa parte de la extensa nómina del San José, a un Sindicato, traído de la capital del Valle, atentando contra el emprendimiento autóctono, sin justificación de ninguna naturaleza. Ésta, que se convierte en la masacre laboral por excelencia, después de mucho tiempo, en el Cauca, será una pelea muy dura, pues se ha llamado la intervención del Ministerio de Trabajo, para que proteja el derecho de asociación y de trabajo de las decenas de trabajadores, que han recibido este atropello, de parte de la administración del Cambio. EN LINEA POPAYAN, estuvo llamando a la Gerente, pero no fué posible que nos diera declaraciones, para conocer mas de cerca, las causas que la llevaron a tomar esta nefasta decisión, que se lleva por los cachos, los derechos de los empleados del principal centro de tercer nivel, del Cauca.