La muerte de miles de peces, que afloraron en el Rio Guapi, junto al saltadero de Los Aguiños, frente a la Casa Médica de la cabeceera municipal,reclinándose sobre la población, es sintomático del atentado criminal que se está comentiendo, a la altura de las cabeceras de los rios, en esa jurisdicción, y en todo el litoral pacífico caucano. Desde el jueves pasado, comenzaron a flotar centenares de peces, millares los dias siguientes, y las autoridades no se pronuncian, no hacen nada y no parece importarles. Es una escena, que se repite periódicamente, pero que no arranca expresiones de la clase dirigente, ni siquiera de quienes están obligados, por la Constitución y las Leyes, a impedir que ésto ocurra. De acuerdo a informaciones, conseguidas a distancia, por moradores del município de Guapi, los peces bajaron, al parecer, del Rio Guagui, un afluente del Guapi, pero sostienen que la minería se da por igual, en todo el patrimonio fluvial caucano, sobre el Pacífico.
La inconformidad de los ciudadanos, los de bien, los que no han querido dejarse absorver por la feria de billetes, que se mueven alrededor de este lucrativo, salvaje y criminal negocio, de la minería asesina, es muy grande y reclaman de las autoridades, EL EJERCITO DE COLOMBIA, LA POLICIA NACIONAL, LA GOBERNACION, EL MINISTERIO DEL INTERIOR, LA ALCALDIA MUNICIPAL, Y LA CRC, una demostración clara y categórica, de que no están de acuerdo con este proceder antisocial, de quienes han decidido llenar sus alforjas de oro, a costa de la propia vida de la población rivereña. Para algunos es, además, una demostración de que no están untados en este negocio sucio y despreciable. Se esperan respuestas. Dicen que han llamado a la Doctora Alejandra Miller, Secretaria de Gobierno Departamental, y no contesta. Pues llegó la hora de llamar de aquí para allá, de contactar al Alcalde, a que de un informe, si no se le ha ocurrido que hay que hacerlo.