Foto de JOSE OMAR MARTINEZ
Los taxistas y transportadores de buses y busetas de servicio publico en la capital del departamento del Cauca, han cumplido hasta ahora, la amenaza de continuar en paro por las diferencias que tienen con el Alcalde Cesar Cristian Gomez, sobre medidas como el pico y placa, la implementación del servicio de Uber y florecimiento del mototaxismo. Las calles de la Popayán se ven desoladas, no hay como desplazarse, más que por los propios medios, lo que se ha visto agravado por la pertinaz lluvia que ha caido durante toda la noche y en las horas de la madrugada y la mañana de hoy sábado. Algunos noctámbulos cuentan que en la madrugada, a la salida de las discotecas, los oportunistas de carros particulares, mototaxistas y otros medios estaban haciendo su agosto cobrando tarifas de l5.000 o 20.000 pesos, según el destino de la carrera. A pesar de la forma relajada conforme la administración ha atendido esta emergencia, que se ha visto copiada e implementada por el grupo de periodistas comprometidos en el agenciamiento de la imagen del burgomaestre, la situación para algunos negocios, o empresarios particulares es complicada y delicada. Dueños de cafeterias, restaurantes, boutiques, estancos, y otros negocios nos manifestaron que han visto disminuidas hasta en un setenta por ciento sus ventas, y que lo poco que pudieron ganar en la semana santa, lo están perdiendo por esta situación de anormalidad en la prestación del servicio de transporte.
El viernes, en el desfile que se dió por las calles de la ciudad, a los gritos de «este Alcalde no sirvió, » los marchantes anunciaron que prolongarán el paro hasta tanto se desmonte el pico y placa, medida que califican de nociva para sus empresas de transporte público.
El Alcalde, no ha dicho si invitará a dialogar a los directivos del paro, para tratar de solucionar la situación que hoy por hoy, no tiene arreglo, y esperando que se inicie la nueva semana puede ser factor determinante, para una protesta del sector comercial, el más perjudicado con la discordia entre la administración actual de la Ciudad Blanca y los propietarios de los medios de transporte público.