El Consejo de Estado condenó a la Nación, representada en el Ministerio de Defensa y la Policía, por los hechos que se registraron en la toma guerrillera al municipio de Toribío, al nororiente del Cauca, el 14 de abril de 2005.
El tribunal determinó que un auxiliar que resultó herido fue puesto en una situación de riesgo extraordinario, teniendo en cuenta los problemas de orden público que se presentaban en la región durante esa época.
Según la Justicia, el auxiliar estaba prestando su servicio militar obligatorio, por lo que no contaba con la preparación suficiente en temas militares para enfrentarse a una situación extrema como esta.
“Si bien deben desempeñar labores propias de dicho servicio y para ello reciben una instrucción militar en diversos temas, que luego es certificada por las escuelas de enseñanza -la que no se probó en el proceso-, no pueden verse expuestos a actividades que puedan conllevar a peligros distintos del mismo”, señala la decisión.
En este caso se indica que los auxiliares bachilleres reciben un tratamiento y protección especial.
“Los hechos tuvieron relación directa con el servicio, cuando, como ya se dijo, la condición auxiliar regular de la Policía Nacional implica una relación de especial de sujeción que genera para la entidad obligaciones de las cuales no puede verse librada, pues, de todos modos, se encuentra bajo su tutela hasta la finalización de su servicio militar”, agrega el fallo.
El Consejo tuvo en cuenta el dictamen médico que señaló que por una explosión el auxiliar sufrió graves lesiones en los ojos, oídos y miembros inferiores, lo que le implicó la pérdida de su capacidad laboral en un 69.95%.
La certificación arrojó la existencia de un estrés postraumático, pérdida de la visión en el ojo izquierdo y afectaciones en su audición.
Además, se avaló la constancia firmada por el auxiliar en la que dejó en claro que era bachiller y aspiraba a desempeñarse como auxiliar regular de la Policía puesto que deseaba ingresar a la Institución para “definir la situación militar”.
Según el reporte oficial, a las seis de la mañana guerrilleros de las Farc atacaron la Estación de Policía de Toribío, utilizando armamento de largo alcance, así como armamento no convencional como cilindros, morteros y granadas. El ataque duró más de 10 horas.