En el marco de la Jurisdicción Especial Indígena fue destruida un arma de fuego perteneciente a las Fuerzas Militares en el municipio de Corinto, en el norte del Cauca.

La situación se produjo luego de choques entre las comunidades indígenas y las tropas del Ejército.

Los indígenas argumentaron que los uniformados ingresaron a sus territorios de manera desafiante, por lo que despojaron a los militares de una pistola y 15 proyectiles.

Luego de una discusión en asamblea, el material de guerra fue destruido.

En medio del acto, las comunidades aseguraron que procederán de la misma manera si algo similar sucede.