Así lo dio a conocer el jefe de la Oficina Asesora de Gestión del Riesgo de Desastres del Cauca, Ricardo Cifuentes, al informar que para evitar tragedias, se declaró la alerta amarilla de cara a la temporada de lluvias 2018.
El funcionario explicó que la decisión obedece a la probabilidad de crecientes súbitas en afluentes del río Cauca, para mantener el nivel de alerta en ríos y quebradas en inmediaciones del municipio de Popayán, donde sobresalen los ríos Palacé, Sucio, Molino, Piedras, Vinagre, Negro, Ejido, Blanco, Ovejas, Piendamó, Mazamorras, Salado y Quinamayó.
Agregó que de acuerdo a los pronósticos, habrá lluvias durante seis meses, por lo que fue necesario declarar la alerta por la saturación de aguas en el suelo que puede generar emergencias.
Por otra parte, dijo que en el transcurso de estos días se han atendido solicitudes para atender remociones en masa como en el caso de El Tambo, y otras emergencias en municipios como Bolívar y Sucre.
En coordinación con la Corporación Autónoma Regional del Cauca, CRC, se establecieron medidas de prevención con el fin de que las alcaldías activen sus consejos municipales de Gestión del Riesgo de Desastres.
De acuerdo a la Gobernación, el Ideam advirtió amenazas de deslizamientos en los municipios de La Sierra, La Vega, Rosas, Timbiquí, El Tambo, López de Micay, sector vial Mojarras-Popayán, Munchique-Popayán y Rosas-La Sierra-La Vega-San Sebastián- Santiago.
El director de la CRC, Yesid González, señaló que la situación de días lluviosos y secos en diferentes zonas del departamento puede aumentar la vulnerabilidad de inundaciones, avenidas torrenciales y movimientos en masa, provocando además, incendios forestales, heladas y erosión.
Por su parte el Jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo solicitó a las autoridades locales de cada municipio estar alerta y monitorear los cauces de los ríos. Asimismo, hizo un llamado a los ciudadanos para evitar el uso de los ríos con fines económicos y actividades de paseos.
“Las personas que tienen que atravesar ríos evitar hacerlo cuando haya pronóstico de lluvias o las aguas estén en crecimiento. A finales del año pasado seis personas fallecieron por imprudencia”.