La delegación de paz de las Farc envió desde La Habana un mensaje de condolencia a las familias de cinco defensores de Derechos Humanos asesinados en Colombia, dos de ellos en Cauca, y aseguró que estos hechos son la principal amenaza para la reconciliación.
«(…) Expresamos nuestra condolencia a los familiares y amigos de Marisela Tombé, Klaus Zapata, William Castillo, Alexandre Oimé y Milton Escobar, las víctimas más recientes de la intolerancia y el paramilitarismo, que se pavonea desafiante e impune contra la buena marcha del proceso de paz», expresó el grupo a través de un comunicado.
Asimismo, hicieron un llamado a las instituciones del Estado para combatir efectivamente el fenómeno paramilitar, afirmando que las instituciones estarían contribuyendo con su indiferencia a configurar la guerra sucia del posconflicto, que consiste en el asesinato de líderes políticos y defensores de Derechos Humanos.
Según el grupo subversivo, en lo corrido del mandato de este Gobierno han sido agredidos 2.244 defensores y defensoras de Derechos Humanos, de los cuales 1.687 recibieron amenazas, al menos 346 fueron asesinados, 206 fueron víctimas de atentados, 131 detenidos arbitrariamente, 29 judicializados y 16 desaparecidos.
Por otra parte, pidieron a la Oficina del Alto Comisionado para la defensa de los Derechos Humanos de Naciones Unidas en Colombia tomar atenta nota de estos hechos y ponerlos en conocimiento del Consejo de Seguridad de la ONU.
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