Realmente la firma de los acuerdos por parte del Presidente JUAN MANUEL SANTOS, y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko, fué un acto sobrecogedor. En varias oportunidades, muchos de los asistentes y televidentes vieron bajar las lagrimas, de los protagonistas, o de los acompañantes, o de sus contertulios. Uno de ellos fue cuando el Presidente Santos, lloró, visiblemente emocionado, dando su discurso ante la comunidad internacional, anunciando que ya no habría mas muertos, mas mutilados, que no se presentarían mas momentos dramáticos entre las familias colombianas. Y el otro, cuando TIMOCHENKO, hizo lo que los enemigos del proceso, habían reclamado, pedir perdón. El jefe de las FARC, visiblemente conmovido «pidió perdón a »todas las víctimas del conflicto» y por »todo el daño» que hayan »podido causar en esta guerra». Era increíble. Ese hombre, que habitaba en nuestras mentes, como un ser rudo, arrogante, en ocasiones ignorante por el dolor que había causado a tantas familias, se colocaba como el mas humilde y avergonzado ciudadano, y dijo lo que nadie creyó que diría, pedir perdón. Se ha pasado esta página que coloca el proceso en su mejor momento, porque de viva voz de los protagonistas se escucharon, frases que alivian a millones de colombianos. Pudimos observar a varios de los asistentes, al Centro de Convenciones, llorando y visiblemente afectados. Momento para recordar.