La música ha sido siempre la compañera de labores de Irne Gonzaliaz Rengifo, testigo de excepción de los cambios y hechos que han ocurrido en la industria licorera del Cauca, desde hace más de 30 años cuando se vinculó a la factoría con un contrato por seis meses el cual más adelante se convertiría en indefinido.
Del niño que creció corriendo y jugando en las calles de Padilla, Irne guarda la curiosidad también la buena ortografía por la cual se destacó durante sus años de estudio, tener siempre una actitud positiva y el amor infinito a la familia; ese afán de poder entender cómo funciona el mundo lo hizo escoger la ingeniería industrial y los sistemas como formación para la vida laboral, desempeñándose en diferentes empresas del departamento hasta que en octubre de 1986 el joven provinciano, como se define el mismo, cargado de entusiasmo y orgullo empezó a trabajar en la empresa más grande del departamento.
“La Industria Licorera del Cauca es la empresa que me ha dado la razón de ser en mi vida, gracias a ella he levantado mis hijos, tengo constituido mi hogar y mis bienes materiales de ahí surge mi compromiso y mi gratitud”, comentó el funcionario.
“Lo que hace especial a nuestros productos es poder contar con hombres y mujeres que en cada acto muestran su compromiso por brindar a nuestros consumidores una experiencia de sabor y calidad, humanos 100% positivos, quienes buscan con su trabajo que en cada rincón del departamento se disfrute del mejor aguardiente del mundo”, menciono Juan Pablo Matta Casas, Gerente de la Industria Licorera del Cauca.
“Queremos apostar por una empresa competitiva y eficiente, para esto contamos con el mejor de los recursos, el talento humano, el esfuerzo constante de sus trabajadores nos permite contar con una factoría que es un gran patrimonio de los caucanos, los recursos que se generan a través de ella nos ayudan a poder construir un Cauca territorio de paz” declaró el Gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo Hurtado.