Una mujer entregó un dramático relato en el que denuncia las fuertes agresiones de las que ha sido víctima desde hace varios años en el municipio de Villa Rica, al norte del departamento del Cauca.
“Hola, mi nombre es Tania Sánchez Acosta soy hija del municipio de Villa Rica Cauca, soy mujer y madre cabeza de familia, me dirijo a ustedes con la intención de contarles mi historia.
Hace 14 años conocí a Dussan Viafara Navas, quien para ese momento considere el amor de mi vida, mantuvimos una relación de 8 años, producto de esa relación nació mi hijo único Juan David, al inicio de la relación todo era mágico, yo estaba completamente enamorada, cegada de la realidad a tal punto comencé a justificar sus distintos abusos sobre mí, el me pegaba, me insultaba, me agredía de forma constante y luego me pedía perdón y yo ilusamente y de forma ignorante lo perdonaba, bajo la premisa de que el amor todo lo puede, todo lo vale y todo lo perdona, no comprendía la dimensión ni los alcances a los que Él podía llegar, fue pasando el tiempo y me comenzó a maltratar de manera brutal, me golpeaba de una manera horrible, me amenazaba, me intimidada, atentaba contra mi vida, mi integridad y la de mi hijo, ahí comenzó la verdadera tortura para mi vida, perdí mi vida sin haber muerto.
En ese momento yo tomé la decisión de denunciarlo ante la comisaría de familia, fueron 4 o más veces que establecí denuncias, porque temía por mi vida, pero lastimosamente el estado se convirtió en un victimario más para mí, porque no tenía un respaldo, no brindaban garantías para mi vida, mi integridad estaba expuesta a abusos constantes y literalmente no tuve apoyo, el estado no hizo prevalecer mis derechos como ser humano y como mujer. Ahí no paró todo, fue peor para mí, si antes sentía miedo y temía por mi vida, todo empeoró, más golpes, más amenazas, más riesgo para mi hijo y para mí; las diferentes denuncias que puse no sirvieron para nada en su momento, porque cada día el riesgo para mi eran mayores, llegó un momento en el que pensé en suicidarme a seguir viviendo este calvario, consideré acabar yo misma con mi vida para dejar de vivir la tortura que significaba el señor Dussan y sus acciones contra mí.
Yo no tenía seguridad alguna para mí, ni para mi hijo, porque ni en mi propia casa estaba segura, él irrumpía contra todo, hubo un día en el que mientras yo dormía en la madrugada él se entró a mi casa, dispuesto a matarme, dispuesto a acabar con mi vida, me puso un arma en la cabeza, mientras me ahorcaba, yo sentí que era el final de todo, solo pude cerrar mis ojos y encomendarme a Dios.
Al ver que ninguna de las denuncias interpuestas tenía respuesta alguna, decidí ir a la ciudad de Popayán a exponer mi caso ante la secretaría de la mujer, donde me brindaron el apoyo, acompañamiento y el respaldo que yo necesitaba y que el estado no me había otorgado antes, afortunadamente la secretaría de la mujer en Popayán alarmados por mi situación removieron el caso y las denuncias ya interpuestas ante las autoridades (Comisaría de Familia y la Fiscalía), logrando la captura y judicialización del señor Dussán, Él fue condenado a pagar una pena de 6 años de cárcel, por el delito de violencia intrafamiliar, a partir de ese momento yo sentí que volví a vivir, que por fin podría salir a calle sin miedo a que me matara, podría dormir tranquila, sin el riesgo a no despertar, podría ofrecerle a mi hijo una estabilidad emocional y afectiva, ambos podríamos tener una vida normal.
Pero la pesadilla no terminó por completo, desde la cárcel me llamaba a amenazarme, a intimidarme, me decía que yo solo era de él y de nadie más, que yo se las pagaría, pasaron los años y Él nunca aceptó la idea de que ya no quería nada con El, hasta ahora.
El día 13 de diciembre de 2018 el señor Dussan cumplió su condena, y aquí inicia de nuevo mi calvario, el miedo regresó y se apoderó de mí, se acabó la tranquilidad, se me acabó nuevamente la vida.
El 14 de diciembre de 2018 el me llamó a mi celular a insultarme y a intimidarme, Yo no preste mucha atención a lo que él decía, me dispuse para irme a mi trabajo, como normalmente lo hago, pero cuando estoy en el trabajo me escribe un mensaje mi prima alertándome que tenga mucho cuidado porque el señor Dussan me estaba esperando, llegó la hora de la salida de mi trabajo y yo iba en la ruta para mi casa, mi prima me informa que él me está esperando donde me deja la ruta con un cuchillo, con la intención de matarme y aquí inicia de nuevo una historia sin fin que me condena al miedo, porque la muerte me acecha a manos del señor Dussan, mi prima junto con mi hijo salieron a esperarme para que no me pasara nada, afortunadamente el señor Dussan se fue antes de yo bajarme de la ruta, con mucho miedo entre a mi casa, me encerré con llave y pasador, tenía muchísimo miedo pues en cualquier momento el aparecería y me mataría, transcurrieron las horas y todo se veía en calma, yo me dispuse a descansar junto con mi hijo, pero para mí desgracia siendo las 12:15 de la madrugada del día 15 de diciembre el señor Dussan se para frente a mi casa a gritarme vulgaridades y a amenazarme que me va a matar, que salga, que me va a matar, que yo se las voy a pagar todas, que soy una perra, una hija de puta y que me va a matar, empezó a tirar piedras hacia mi casa, me quebró los vidrios y de nuevo el miedo se apoderó de mí, temo por la vida de mi hijo y por la mía, porque el señor Dussan gritaba como loco que me iba a matar, que saliera.
Yo en medio de todo llame a la policía, informe lo que estaba pasando, de ver que no llegaban llame a una amiga, quien inmediatamente fue a buscar a prima para informarle lo que estaba pasando, pasados unos minutos llegaron a mi casa, pero ya Dussan se había ido, luego llegó la policía a atender el caso, dieron ronda y lo vieron en la esquina, ellos salieron de inmediato a alcanzarlo pero el señor Dussan se perdió, varios amigos, mi prima y el esposo de mi prima me sacaron a mí de mi casa y me llevaron a casa de mi prima a terminar de pasar la noche.
Cuando amaneció me dirigí a las instalaciones de la Fiscalía en el municipio de Puerto Tejada a establecer la respectiva denuncia y aquí voy de nuevo, se revive el calvario para mi vida.
Hoy tomé la iniciativa de escribir mi historia, porque necesito que ustedes me ayuden, no quiero morir a manos de un desquiciado que no va a descansar hasta acabar con mi vida, siento más miedo que nunca, este mensaje lo escribo para visibilizar mi caso, soy una víctima más de la violencia de género, “No quiero ser una estadística más de feminicidio”.
Si usted me conoce, ha oído hablar de mí y me ve en alguna situación de riesgo para mi vida, le agradezco me alerte e inmediatamente alerte a las autoridades (3113266457 Estación de Policía Villa Rica), recuerde que usted me puede salvar la vida, no quiero dejar mi hijo huérfano.
Si usted tiene una posición de poder que me pueda ayudar o conoce alguien que me pueda ayudar, se lo agradezco de todo corazón, no quiero que me maten, no quiero ser una más, quiero que el estado me garantice mis derechos y sobre todo la vida.
Quiero que mi historia sirva para todas aquellas mujeres que viven en relaciones tóxicas y que justifican la violencia por parte de sus parejas, nada justifica un golpe, el amor no duele, las quiero vivas, me quiero viva.
Les pido a todos que me encomienden en sus oraciones y que me regalen un minuto de su tiempo ayudándome a compartir mi historia, ustedes me pueden salvar la vida.
Querida mujer si tú también eres víctima de la violencia de género, denuncia, no te quedes callada, porque el silencio nos condena y asegura la muerte.
Las quiero vivas, me quiero viva; somos mujeres salvando mujeres» (sic). Texto escrito por la afectada.-
La secretaria de la Mujer del Cauca, Elvia Rocío Cuenca, dijo que los hechos narrados por la ciudadana son verídicos y expresó que nuevamente se activó la ruta de atención a mujeres víctimas de violencia para evitar acciones en su contra.
Asimismo, explicó que esperan que las autoridades judiciales adelanten las investigaciones correspondientes en el caso y se logre sancionar, una vez más a este sujeto.