En el Cauca ganó Gustavo Petro, con 323.443 votos, el 65% de los votos válidos. Igual ocurrió en la región Pacifica, donde dominó con contundencia, tal vez por ser una región pobre e inequitativa, afectada por graves hechos de violencia, minería ilegal, bandas Criminales y narco-guerrilla. Sobre todo, la amplia brecha entre pobres y ricos, en la que, sin excepción, la población, ha padecido tragedias inmarcesibles, torpezas y exclusiones sociales que ensombrecen y perturban el entorno social: corrupción, analfabetismo, deficiencias en servicio públicos básicos, carencias extremas en salud, saneamiento ambiental, agua potable e infraestructura. Una sociedad con inconmensurables tensiones sociales que se desfoga con vías de hecho, taponando permanentemente la vía panamericana para presionar el cumplimiento de compromisos de Estado.
El presidente electo, Iván Duque, logró 160.191 votos, el 32.18%. Ganó sólo en cinco de los 42 municipios: Timbío, Rosas, El Tambo, Piendamó y Buenos Aires; el candidato Petro, duplicó al presidente electo Iván Duque. Lo anterior indica que el nuevo presidente para evitar una hecatombe social que reactive la violencia, debe disponer de manera inmediata de una política pública de desarrollo e inclusión social, en especial en esta región marginada, con precarios índices de desarrollo y pobreza extrema, donde se concita toda la problemática del posconflicto.
El discurso del Presidente electo fue acertado, propio de un verdadero estadista. Voté en blanco, pero me dio mucha tranquilidad su tono conciliador, su claridad en el manejo de lo público, y su interés por trabajar por la unidad nacional, “un gobierno de todos para todos” incluyente, respetuoso y con cohesión social cuyo propósito es zanjar odios, rencores y resentimientos para exaltar nuestra principal riqueza: la diversidad, que por manejos corruptos, clientelares y protagonismos mezquinos, constituye el factor detonante de conflictos sociales, étnicos, políticos y económicos, en temas como la tenencia de tierras, emergencias ambientales por el uso ilegal del suelo. Lo que además, provoca acciones de choque como mecanismos de presión que polarizan y hacen inviable la competitividad del sector turístico, agropecuario y comercial en el Cauca.
El Nuevo gobierno para impulsar la unidad regional del Cauca, con miras a solventar los retos del pos-conflicto, debe implementar en su plan de desarrollo, un proyecto político democrático y participativo de inclusión social que resuelva nuestras diferencias, sin que afloren la lucha de clases, los resentimientos raciales, sociales o de género que agudicen la crisis en nuestro ya fraccionado departamento.
En el Cauca los resultados electorales son el fiel reflejo de una entidad territorial desmembrada e inviable, donde nuevos actores sociales pretenden por la vía electoral, derrotar y deshacerse de una clase dirigente decadente, mediocre y desgastada que se niega a ceder espacios a las nuevas ideas de región.
Me gusta la visión del nuevo presidente, a quien hay que rodear y acompañar para que haga una buena gestión, incluso los que no votamos por él. Quienes votaron por Petro, tienen la gran responsabilidad de hacer una oposición efectiva, eficiente y crítica en el ejercicio del control político y Social.
Debo destacar del discurso del presidente electo, su concepción de gobierno para el servicio público y su compromiso de luchar contra la corrupción y el clientelismo. También su agudeza para saber escuchar y concertar pactos programáticos sobre lo fundamental, para que el país y en especial, departamentos como el Cauca, logren concebir proyectos de región, integradores e incluyentes, con una política agraria que resuelva la tensa problemática sobre la tenencia de la tierra, el derecho a la propiedad, a la libre empresa, a la salud y a la educación; capaz de resolver las discrepancias entre indígenas, afrodescendientes, campesinos y con motivaciones económicas para atraer inversionistas con suficiente musculo financiero para incentivar la empresa privada y el emprendimiento.
Dios se apiade de Colombia e ilumine a Iván Duque, para que sea el presidente que Colombia necesita, donde podamos mejorar nuestras condiciones de vida en un país democrático, justo, regido por principios de orden, equidad y justicia para todos. Presidente salve usted la patria.
* Columna de opinión