hector 2

Se cayó el Procurador Alejandro Ordoñez Maldonado. Algunos podrían decir, bien ido, Procurador. A decir verdad, que éste, es el Procurador más polémico que ha tenido el país. El más embebido de politiquería. El más retrógrado, y avezado de todos cuantos han ocupado ese importante cargo. Igual, podría afirmarse que el más corrupto, por cuanto, a pesar de conocer debidamente la normatividad, se salió de los límites legales, para nombrar familiares de magistrados de la Corte Suprema y del Senado de la República, bajo el pleno conocimiento de que con ésto, estaba dañando de la peor forma, el proceso de su reelección. Después de reelegido, sacó de entre sus mangas, esa personalidad ultragoda, que le impide hasta pensar debidamente, que lo obliga a perder la compostura, que lo coloca fuera de sí, y lo convierte en un peligro, para la democracia, para la institucionalidad, y para la sociedad toda. No pocas veces, se permitió conceptuar sobre temas, que se alejaban enormemente de sus facultades legales y constitucionales. No nos alejamos de la realidad, quienes alguna vez pensamos que, con sus posiciones ultragodas, escandalizaba hasta al clero. Sectores, abiertamente reformistas de la iglesia católica, debieron abrumarse con su pensamiento primario, intolerante y agresivo, con determinados sectores sociales.

Realmente, muy pocos líderes nacionales, debieron compartir con él, las sanciones que impuso, con juicios a priori, sin demostrar plenamente conductas malsanas, en servidores púbicos, con los que se ha podido tener diferencias, distancias muy grandes, en cuanto a sus concepciones de sociedad, de estado, de democracia, pero a los que no estaba dado, sacar del ring político, con la vara mágica de la sanción disciplinaria. Era ésta, en últimas, la carta tapada que tenían algunos sectores de la vida nacional, para jugarla  a su antojo, al momento de quitarle el resuello, a los sectores que representaban, algunos de los destinatarios de sus prejuiciosos procesos. Ordoñez, fué hasta ayer, o hasta el momento en que se materialice su salida, el más abominable y energúmeno, de cuantos desaliñados, han pasado por los mas importantes cargos de nuestra estructura constitucional.

Y aquí, cabe el juicio para sus electores, no todos, pero sí para aquellos que tenían, y siguen teniendo obligaciónes con la vocación, con el espíritu, de las organizaciones políticas a las que pertenecen. Alguna vez, en una rueda de prensa en Popayán, desarrollada en el Hotel San Martín, con el entonces jefe único del Partido Liberal, Simón Gaviria, me permití preguntarle, por ésto. Nunca entendí, por qué, un partido, que se dice o se llama a sí mismo, socialdemócrata, pudo votar, ordenar votar, o simplemente permitirlo, por una persona con tamaña personalidad ultraconservadora, contraria a todo lo que ese partido, el Liberal, dice ser.  Gaviria, no pudo ser mas enredado con la respuesta, y yo, no solo lo entendí, sino que lo compadecí. Tiene que ser muy duro, llevar la carga de representar un partido, que profesa unas ideas, y que por el devenir clientelista de la agenda del gobierno, y de la propia colectividad, tuviese que aprobar una maroma tan intrépida y tan grotesca con su historia, y con las figuras, que desfilaron en las primeras seis décadas del siglo pasado, en el Partido Liberal Colombiano. Creo que conductas y actuaciones como esa, que permtió la elección sin talanqueras, de Ordoñez Maldonado, por segunda vez, son las que han alejado a los electores, del otrora, depositario de la confianza de las mayorías, en Colombia. Verguenza, debe darle, a todos y cada uno de los senadores que escondieron, en la cesta de la basura, el ideario con el que comulgaron, Uribe Uribe, Lopez Pumarejo, Gaitán, Lleras Camargo, aún Lleras Restrepo y Galán, como López Michelsen, esa tarde-noche, de la fatal reelección de este personaje.

Se ha ido el Procurador. Ojalá, le vaya bien. No importa, que le vaya bién. Buen viaje y que le rinda, señor Ex Procurador, Alejandro Ordoñez. Le hizo mucho daño a la patria, pero sus mal intencionadas frases, y actuaciones, no alcanzaron a cambiar el rumbo de esta patria, que se empieza a refundar, en solidaridad con muchos sectores, que han entendido, que el remedo de democracia que tenemos, no le sirve a los desvalidos, que es quienes tiene que proteger toda carta constitucional, porque los poderosos, se cuidan y protegen solos.