En las primeras pesquisas de Medicina Legal y la Fiscalía se determinó que no hubo acceso carnal violento en el caso de la menor de 17 años que se suicidó luego de ser detenida por la Policía en Popayán.
Los investigadores revisaron las grabaciones de la noche en la que fueron denunciados los hechos y videos de las cámaras de seguridad de la URI, sitio donde de acuerdo a algunas versiones la joven había sido presuntamente abusada.
A pesar que se descartó el abuso sexual, se realizan otras labores para establecer si hubo acto sexual abusivo, relacionado con tocamientos o conductas inapropiadas y se evalúa si hubo algún abuso de autoridad.
La abogada de la familia de la joven, Lizeth Montero, lamentó la filtración de información por parte de la Fiscalía a los medios, y reiteró que el no confirmarse un acceso carnal violento no descarta un abuso sexual.