Marcelino Paz, líder campesino en el norte del Cauca, denunció que los ingenios cañicultores, con el pretexto de sembrar piña para exportación, inundaron el mercado y compiten con el pequeño campesino dejando en la ruina a más de 4.200 familias.

De acuerdo al dirigente, van cerca de 2 millones de hectáreas sembradas y las posibilidades de competencia de la economía campesina son escasas.

De esa forma, hizo un llamado al Ministerio de Agricultura y al Gobierno Nacional para que programe urgente una reunión con los cultivadores de piña y les brinde soluciones.

Asimismo, dijo que el Estado debe apoyar a la pequeña economía campesina, al ciudadano que sufrió todas las violencias y los desplazamientos en el norte del Cauca.

El senador Roy Barreras, que se reunió recientemente con los afectados, dijo que no puede ocurrir que ahora que se firmó la paz, resulten nuevos desplazados por culpa del poder industrial que de manera desleal compite con el pequeño propietario de su parcela.

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