La Corporación Autónoma Regional del Cauca emitió una circular dirigida a los Alcaldes, Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres y el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres para afrontar la temporada de lluvias en la región.
La Entidad indicó que lo anterior se hace con el fin de instar a los entes municipales sobre la implementación de los programas, proyectos y estrategias que se encuentran contenidas en sus instrumentos de planificación y que permitan avanzar en los procesos de Conocimiento, Reducción y Manejo de Desastres, así como minimizar la vulnerabilidad y por ende la disminución del riesgo en pro de la calidad de vida, seguridad y bienestar en sus municipios.
La CRC reiteró que se implementen las directrices recomendadas por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para ser tenidas en cuenta en caso de presentarse el fenómeno de La Niña:
– Realizar visitas de campo para considerar o verificar zonas críticas, donde se deberán evaluar aspectos como: obras de mitigación existentes y su estado de mantenimiento, puntos de presencia de escombros, basuras o elementos físicos que puedan obstruir la capacidad hidráulica del cauce, obras de infraestructura o actividades productivas dentro del cauce o en la zona de ronda hídrica, así como las evidencias sobre los efectos generados en eventos anteriores, los cuales servirán como insumo al municipio para establecer la Estrategia Municipal de Respuesta a la Emergencia.
– Con base en la identificación de zonas y puntos críticos y establecer sistemas sencillos de alerta en los cuales se involucre a la comunidad (Red de Vigías Rurales) con el fin de incorporar estos sistemas a los identificados en las matrices de información diligenciadas para la elaboración del plan de contingencia del sector ambiente y a los definidos por los CMGRD y el Plan Municipal de Gestión del Riesgo: la definición de estos sistemas deberá establecerse en conjunto con la autoridad ambiental, especialmente para el caso de inundaciones, tales como pluviómetros artesanales donde no se cuente con instrumentación autorizada.
En caso de movimientos en masa con el apoyo de la comunidad deberá establecer sistema de alerta en aspectos tales como: aparición de grietas o fisuras en infraestructuras en infraestructura, viviendas etc., ruptura persistente de líneas de acueducto, alcantarillado, o líneas vitales cerca de laderas potencialmente inestables; dado que el aporte de materiales producto de movimientos en masa en ríos y quebradas puede desarrollar otros eventos tales como avenidas torrenciales, inundaciones, etc.
– En los casos en los que se ya se ha generado un evento con repercusiones sobre áreas o ecosistemas estratégicos con categoría de conservación y protección ambiental (áreas protegidas, de protección o de restauración) se deberán evaluar los daños producidos sobre éstos, una vez ocurrido el evento, con el fin de obtener información directa en campo, cuantificar y cualificar el nivel de daño y proponer acciones tanto para evitar mayores daños como recuperación posterior.
– Ante el incremento de lluvias a nivel Departamental se reitera la necesidad de activar los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres CMGRD y el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo CDRGD, revisando los recursos técnicos, logísticos y operativos que permitan poner en marcha acciones de preparación, prevención y respuesta de manera inmediata.
– Es importante que se avance en la implementación de las redes regionales de monitoreo del recurso hídrico, y en particular en la implementación de sistemas de medición en tiempo real y de sistemas de alerta temprana SAT, donde se puedan dar comunicación del riesgo de manera oportuna y así evitar pérdida de vidas humanas
– En las cuencas de montaña, dar aviso oportuno e inmediato a las autoridades locales en caso de observar una disminución repentina en el flujo del agua, esto puede ser originado por un represamiento en las partes altas de las cuencas.
– En zonas rurales, uno de los consejos es revisar cauces de ríos de montaña y canales de riego para que no se obstruyan por escombros, material vegetal o basura y el líquido fluya antes y después de las lluvias.
– Y en zonas urbanas, revisar infraestructuras como techos, bajantes, sótanos, electrobombas de edificios y canales, con el fin de que tampoco tengan basura u otros elementos que impidan el drenaje.
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