El reporte fue entregado por el comandante del Departamento de Policía Cauca, coronel Edgar Rodríguez, quien confirmó la detención de Leonardo Escué Siclos, alias El Gordo, integrante de las Farc que salía de su zona veredal en Caldono a delinquir liderando una banda denominada “La Cubierta”.
De acuerdo al reporte oficial, de esta estructura hacían parte otros sujetos identificados como Edelfi Zapata Candelo, alias Oscar; Joiber García Viáfara, alias Roño, y Alex Arley Vásquez Zapata, conocido con el alias de Ahumado.
Los individuos eran solicitados con órdenes de captura por delitos como secuestro extorsivo agravado en concurso con concierto para delinquir agravado, y fabricación, tráfico, porte o tenencias de armas de fuego, emanadas por el Juzgado Promiscuo Municipal con Funciones de Control de Garantías de Puracé.
Los operativos fueron ejecutados por funcionarios del Gaula e Inteligencia, que en coordinación con la Fiscalía efectuaron las investigaciones para desarticular esta estructura que materializaba secuestros extorsivos en Santander de Quilichao, Corinto, Guachené, Caloto y Villa Rica.
La banda definía víctimas de medio y alto perfil económico, para proceder a secuestrarlos con armas de fuego y llevarlos por la fuerza a zonas montañosas de Caloto, donde permanecían en cautiverio.
Luego, a través de llamadas telefónicas a sus familiares exigían entre 300 y 800 millones de pesos a cambio de dejarlos en libertad.
“Alias El Gordo es el cabecilla de la organización, era el responsable de fraguar o planear estos secuestros, perfilar las víctimas (…) Pertenecía al sexto frente de las Farc, estaba en el proceso de desmovilización y aprovechaba esta situación para salirse de la zona veredal y cometer los ilícitos”, dijo el coronel Rodríguez.
Según las investigaciones estos sujetos participaron en múltiples secuestros extorsivos, los más recientes registrados en abril y mayo de 2017. Asimismo, en el caso de un comerciante que fue raptado en el mes de diciembre de 2016, en la vía que comunica a Caloto con Santander de Quilichao, y por quien exigían 800 millones de pesos.
Los detenidos fueron dejados a disposición de las autoridades competentes para la respectiva judicialización. Posteriormente un juez decidió enviarlos a la cárcel mientras avanza el proceso.