El representante a la Cámara por el Cauca, Carlos Julio Bonilla Soto, se ratificó en su posición de no apoyar la reforma tributaria, presentada por el Gobierno, debido a que esta, impone gravámenes sobre los más pobres de este país, los más humildes.
Según su concepto, quienes deben pagar el hueco fiscal, son los más poderosos, y no lo que plantea la reforma, aplicarle un torniquete al cuello de los pobres de Colombia.
“(…) Junto al Partido, no apoyaré más impuestos a las clases luchadoras de este país, ni a los tenderos, ni a los vendedores ambulantes o estacionarios, ni a los profesionales independientes ni a los trabajadores o empleados. Tampoco apoyaré impuestos que graven los inmuebles dedicados al culto religioso”, aseveró.
Es la segunda vez, en esta semana, que deja en claro, en forma pública que se coloca en oposición a las pretensiones del proyecto del Ministro de Hacienda.
“Me sumo, de acuerdo con el comunicado de mi colectividad liberal, a respetar y apoyar la propiedad privada, la libertad de empresa, la libre competencia, la actividad productiva, el normal desarrollo de los negocios, la inversión nacional y extranjera, la labor financiera y la actividad empresarial intensiva en el campo, dentro de los términos del bien común y la responsabilidad social”, agregó.
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