Después que el ELN ha tratado a todo el mundo, pasando por los medios de comunicación, el gobierno, la comunidad internacional y la sociedad toda como una montonera de imbéciles, al afirmar reiteradamente que no saben, que deben esperar ocho dias que reciban los reportes de sus frentes, para comunicar si alguno de ellos tiene a Salud Hernández y los dos periodistas de RCN, en su poder, el Gobierno confirma que efectivamente, como se pensaba desde un principio, como lo ha vaticinado el conglomerado nacional e internacional, el Ejercito de Liberación Nacional tiene en su poder a Salud Hernández y los dos periodistas de RCN , que llevan ya casi tres dias extraviados de sus medios de comunicación, sus famllias y sus amigos. Que forma de burlarse de una nación. Que form de abofetear la libertad de prensa. Que imbecilidad, pretender entrar a un proceso de paz, con este paso en falso que no permite seguir caminando. Que desencanto tener que dar esta noticia que nos deja perplejos, sin razones para seguir argumentando en favor de esa mesa de negociación. Que forma tan burda de pretender hacer una revolución con el argumento degradado del secuestro, rebautizado como retención. La confirmación la hace el propio ministro de Defensa Nacional y nos deja sin habla.
Versión lacónica de El Tiempo
«Información de inteligencia confirma que el Eln es responsable de la desaparición de periodistas». Con esas palabras el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, atribuyó en la tarde de este jueves a esa guerrilla la autoría de la desaparición de Salud Hernández-Mora, Diego D’ Pablos y Carlos Melo. Aunque no se habló de un secuestro, por primera vez el Gobierno señaló a la guerrilla del Eln de estar detrás de la incierta situación de los tres comunicadores, de quienes no se tienen noticias una vez entraron a la zona del Catatumbo, en Norte de Santander.»La responsabilidad de la integridad y libertad de periodistas responden exclusivamente al Eln», dijo Villegas quien agregó que el Comité Internacional de la Cruz Roja está listo para responder a los protocolos de entrega de estas personas.