En la vereda La Rejoya de Popayán, la Unidad para las Víctimas hizo el primer cierre de Plan Integral de Reparación Colectiva, PIRC, del Cauca logrando beneficiar a alrededor de 544 familias que fueron afectadas por la masacre de 10 personas el 15 de enero de 2001.
Este cierre se convierte en el número 31 durante el presente gobierno.
“A pesar de todas las dificultades, hemos podido reparar a esta población que desde hace 20 años buscaba culminar este proceso sanador y de reconstrucción de vida para muchos”, dijo Ramón Rodríguez Andrade, director nacional de la Unidad para las Víctimas.
Las acciones para beneficiar a esta población que fue golpeada por la violencia fueron: seis de restitución, 22 de satisfacción, dos de rehabilitación y cuatro más de garantías de no repetición.
Lo anterior, le permitió a esta comunidad reconstruir la infraestructura de escenarios deportivos, tener dotaciones de insumos y elementos deportivos, mejoramiento del cementerio donde reposan las víctimas, la adecuación de un templete y la construcción del Jardín de la Memoria en la loma de los aguacates en honor a las 10 víctimas asesinadas.
Asimismo, obtuvo insumos y herramientas para proyectos productivos agrícolas, dotación de instrumentos musicales, convenios con instituciones educativas de carácter superior para orientar diplomados y cursos técnicos en organización y liderazgo comunitario a líderes y la comunidad en general, entre otras acciones reparadoras.
Las inversiones para la reparación superaron los $210 millones.