Continúa la tensión por la ocupación de una hacienda en el corregimiento de El Pital, municipio de Caldono, en el norte del Cauca: los campesinos que tenían a su cargo las actividades agrícolas fueron obligados a salir y dejar a los animales a la deriva.
“Tenemos que dejar el ganado, 350 lechones, los caballos y hasta el perro”, aseguró uno de los trabajadores.
Las comunidades del Resguardo Indígena de Las Mercedes invadieron los predios en el ejercicio autodenominado “liberación de la madre tierra”, con el que reclaman predios que consideran ancestrales.
Aunque los propietarios han solicitado que se les garantice su derecho a la propiedad privada, no ha habido acciones contundentes.
El secretario de Gobierno de Caldono, Paulo Porras, reportó que, a pesar de los acercamientos realizados con el acompañamiento de las autoridades indígenas, los manifestantes insistan en sus reclamaciones.
La situación pone en riesgo el sustento de 20 familias.