Los violines negros, una de las manifestaciones culturales más auténticas del Cauca, estuvieron presentes en la Casa de la Cancillería colombiana en Cartagena, donde el Gobierno se reunía con los miembros de la Comisión de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas.
El maestro Luis Eder Carabalí y demás mimbros del grupo Palmeras de Santander de Quilichao, impusieron la nota y la muestra del potencial cultural y turístico del Cauca en la reunión del alto gobierno con los delegados de los 31 países miembros de esta comisión.
Para el mandatario de los caucanos, Elías Larrahondo Carabalí, quien asistió como invitado especial con su esposa Deisy Caracas, «la cultura es otro camino hacia la paz, porque nos permite primero reconocernos en lo que somos, pero también es un elemento importante para el turismo y el emprendimiento».
Destacó que esta es una oportunidad que permite mostrar la cara amable de un departamento que se la sigue jugando para superar las narrativas del conflicto armado.
«No negamos lo que sucede y le hacemos frente; pero tampoco nos hacemos ciegos ante la riqueza cultural y turística que tiene nuestro Cauca».
En el evento participaron los 31 embajadores de igual número de países, el presidente de la Republica, Iván Duque, y varios funcionarios.