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En el Salón Fundadores, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales de Unicauca, en horas de la mañana del jueves, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), presentó a la ciudadanía su informe sobre la situación humanitaria en Colombia.

Entre otros aspectos, se resaltó que el cese del fuego bilateral entre el Gobierno colombiano y las Farc-Ep representó un importante logro que redujo los enfrentamientos y las consecuencias humanitarias del conflicto armado.

No obstante, el CICR insiste en que los avances en materia humanitaria, como la búsqueda de las personas desaparecidas, el desminado del territorio o la desvinculación de menores de las filas de las Farc, requieren de más celeridad para dar respuestas a las víctimas.

Se indicó también que pese al comienzo de las negociaciones entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional Eln, es prematuro hablar de una etapa de posconflicto en Colombia, dado que persiste el conflicto armado con ese grupo insurgente, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia AGC y el Ejército Popular de Liberación Epl.

Según Christoph Harnisch, jefe de la delegación del CICR en Colombia, “a pesar de la firma de un acuerdo de paz, que saludamos con satisfacción, debemos reconocer que la población civil sigue sufriendo las consecuencias: el drama de los familiares de los desaparecidos, el temor a los artefactos explosivos improvisados y a las municiones sin explotar, la violencia armada en entornos urbanos, el confinamiento al que están sometidas poblaciones enteras en zonas controladas por grupos armados, las amenazas, o los desplazamientos intraurbanos son solo indicios de que aún queda un largo camino por recorrer en Colombia”.

Enfatizó que “la firma del acuerdo no será suficiente para acabar con la violencia en Colombia. Construir un país en paz requiere del esfuerzo de todos y tomará décadas. La sociedad colombiana en su conjunto debe mostrar una mayor voluntad de responder a estos retos humanitarios con la contundencia que amerita el drama de los millones de víctimas del conflicto”.

En su Informe Anual, el CICR también hace un llamado a afrontar de manera urgente la crisis carcelaria. De acuerdo con Nazim Ayadat, coordinador del área de Detención de la delegación del CICR en el país “durante 2016, las condiciones de detención de las personas privadas de libertad en Colombia no mejoraron sino que, en ocasiones, empeoraron. Esto deja en evidencia la falta de respuesta del Estado colombiano ante las necesidades de los más de 119.500 detenidos que tiene el país”.

Cabe anotar que en el 2016 más de 152 mil personas se beneficiaron del trabajo realizado por el CICR tanto en las zonas más inaccesibles del país como en los cascos urbanos, donde también viven víctimas del conflicto y la violencia armada. Muchas de estas actividades se realizaron en cooperación con la Cruz Roja Colombiana.

Foto: Suministrada Unicauca