Leonardo Elvira Anaya, fue uno de los más de cinco mil soldados colombianos que en el año 1951, partió a tierras lejanas a combatir en la Guerra de Corea del Norte, única guerra internacional en la que Colombia ha participado.
El soldado, oriundo del municipio de Sotará, Cauca, recibió como homenaje póstumo, la medalla Bicentenario de la Campaña Libertadora, en reconocimiento a su honor, valor y vocación de servicio.
Los honores militares corrieron por cuenta del Batallón de Apoyo y Servicios para el Combate número 29, quienes, durante el acompañamiento realizado a familiares y amigos, entonaron las notas del Himno Nacional, ese mismo que el soldado Elvira escuchó hace más de 60 años en tierras lejanas, y que hizo hinchar su pecho de emoción y de orgullo.
Para sus hijos, quienes recuerdan con cariño las historias que de niños su padre les narraba de cuando hizo parte del Batallón de Infantería número 1 Colombia, lo que más los conmovía, era ver el rostro de su padre, quien reflejaba el orgullo de haber servido con honor a su amada patria.
Y no era para menos, pues la valentía demostrada por ese grupo de hombres, les valió el reconocimiento internacional de ser nombrados como “los mejores soldados del mundo”.
Después de sortear la guerra a más de 15.000 kilómetros de distancia, Leonardo Elvira regresó sano y salvo a tierras caucanas, donde años más tarde conformaría un hermoso hogar con su esposa Aura María Chicué, quien falleció hace dos años. De esta unión nacieron siete hijos, 17 nietos y cuatro bisnietos.
Todos ellos se reunieron junto a sus amigos más cercanos para brindarle un último adiós a este héroe de la patria.
Durante las honras fúnebres celebradas para despedir a este soldado, su hija Aida Libia Elvira Chocué, en representación de la familia Elvira, recibió la medalla Bicentenario de la Campaña Libertadora, con la que el Ejército Nacional honra a sus más distinguidos soldados.