Un grupo de mujeres del municipio de Inzá, Cauca, está dispuesto a cambiar la sociedad con una serie de actividades que giran en torno a la memoria.

Estas víctimas del conflicto armado, que pertenecen al sujeto de reparación colectiva de San Andrés de Pisimbalá, decidieron crear una pieza teatral para presentarla en diferentes escenarios.

Durante cuatro meses, estas mujeres del Laboratorio de Magdalenas de Inzá, crearon dicha obra teatral denominada “La guerra siempre ha estado, pero no nos había tocado”, donde se puede reflejar el sufrimiento de una madre cuando sus hijos son reclutados por grupos armados ilegales.

Para María Jesús Pencué, fue un trabajo muy difícil representar a esas personas que hicieron tanto daño a una comunidad como esta, pues recuerda que fueron muchos años de zozobra y terror.

“A pesar de lo vivido, es muy satisfactorio realizar una obra de teatro como esta, pues estamos generando alertas tempranas para evitar el reclutamiento de menores en la zona. Con esto alertamos a los jóvenes para que no engrosen las filas de otros grupos armados”, manifestó María.

La puesta en escena de lo vivido en el conflicto por estas mujeres, fue guiada por la Corporación Otra Escuela y apoyada por diferentes entidades gubernamentales como el Centro de Memoria Histórica y la Unidad para las Víctimas.