Luego de la masacre que dejó seis muertos, el alcalde del municipio de López de Micay, Cauca, Wilmer Riascos, dijo que en consejo extraordinario de seguridad se adoptaron medidas para evitar nuevos hechos de violencia.
De esa manera, las autoridades decretaron toque de queda para los menores de edad, y prohibieron su circulación después de las 10 de la noche. Asimismo, determinaron que los establecimientos públicos estarán abiertos hasta las 3 de la mañana.
Las incursiones registradas en el casco urbano y la vereda San Antonio arrojaron un saldo de tres hombres y tres mujeres fallecidas y dos ciudadanos heridos (una mujer y un hombre).
Por otra parte, dos personas que habían sido reportadas como desaparecidas fueron encontradas sanas y salvas, y les dijeron a las autoridades que se lanzaron a las aguas del río para proteger sus vidas.
Una comisión de investigadores de Popayán permanece en la zona, adelantando las diligencias respectivas para dar claridad a lo ocurrido y establecer la responsabilidad.
“El gran lío que tenemos es que el Estado se olvidó de las partes donde salieron las Farc hacia el proceso de paz, y nos dejó totalmente abandonados. Esos grupos ilegales llegaron a pelearse el territorio”, dijo el Alcalde.
Los hechos serían resultado de disputas entre el Eln y las Farc por territorios de narcotráfico.