Más de 2.000 indígenas le pidieron al Presidente Santos que persista en la búsqueda de la paz, al tiempo que le tributaron un homenaje por el otorgamiento del Premio Nobel de Paz y le ofrecieron su total respaldo en la lucha por la reconciliación nacional.
Representantes de los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Huila, Caquetá, Nariño, Cundinamarca y Magdalena –donde viven más de 26.000 indígenas- estuvieron en la Plaza de Armas y dijeron que era la primera vez que visitaban la casa de los presidentes de Colombia.
El Primer Mandatario recordó que antes de posesionarse como Presidente de la República el 7 de agosto del 2010 pidió permiso a los mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta para asumir el cargo, como muestra de respeto por los Hermanos Mayores y de reconocimiento de la importancia del pueblo indígena, que ha estado en el territorio más que cualquier otro colombiano.
Joaquín Morales, líder de la comunidad indígena Misak, dijo que la paz no salga de un país político sino que la paz salga de un país nacional.
“Representado ahora por las autoridades, por ese motivo queremos que la paz esté en todo el territorio nacional. Los que votaron por el sí estamos sufriendo. Los que votamos por el sí estamos desangrando poco a poco, pero no queremos que desangre esa paz. Si alguien dice buscaremos la paz, nosotros estaremos allí”, dijo el líder de los Misak.
La no violencia es la ruta
Por su parte, la coordinadora del Plan Salvaguarda de la Comunidad Misak, Liliana Pechené, expresó que el clamor de todos los pueblos indígenas es que se lleve a feliz término el proceso de paz.
“No hay que parar. Este Premio Nobel que se le ha otorgado es un premio para todos los colombianos, todas las víctimas, los que hemos luchado en este proceso, los afrocolombianos, para el resto de colombianos. Desde ese sentir y esa tranquilidad les decimos que la no violencia es la ruta para tener una sociedad incluyente, que vincule los derechos, nuestros derechos indígenas”, agregó.
Precisó que la comunidad indígena desea tener la viabilidad de contar con un escenario para expresar esos pensamientos, y sentarse con las partes en conflicto.
El Jefe del Estado agradeció la visita de los más de 2.000 indígenas que colmaron la Plaza de Armas, y les dijo que el resultado del plebiscito del pasado 2 de octubre dio una inmensa oportunidad para dialogar y ampliar la paz estable y duradera que quieren los colombianos.
“Creo mucho que se nos abrió una gran oportunidad para dialogar y ampliar esa paz estable y duradera, para que la hagamos más profunda. El Premio Nobel que me anunciaron hace unos días me obliga aún mucho más. Lo recibí a nombre de ustedes y de todos los colombianos y de las víctimas. Muchas de ellas, víctimas indígenas”.
“Voy a seguir insistiendo con los del Sí, con los del No, con los que no votaron, porque estoy convencido que nos llegó la hora de la paz. Que podemos unirnos y comenzar a construir esa paz. Que va a durar mucho tiempo. Requiere mucho esfuerzo, tenacidad, eso mismo que el pueblo Misak ha tenido durante tantos siglos”, puntualizó.
Foto: Presidencia de la República