Luego de más de dos años de investigaciones que incluyeron interceptaciones, seguimientos y verificaciones, la Fiscalía propinó el más duro golpe a las organizaciones dedicadas al cultivo, transporte y distribución de marihuana en el país, conocidos como “Los Reyes de la Marihuana”, quienes según las autoridades penetraron a comunidades del norte del Cauca.

En operativos adelantados en Cauca, Antioquia, Bogotá, Valle y los Llanos Orientales fueron capturados 31 presuntos integrantes de la estructura criminal y se logró la incautación de sustancias estupefacientes, vehículos, celulares y 27 armas de fuego.

Los investigadores establecieron que esta organización controlaba todos los eslabones de la cadena criminal que iniciaba con la consecución de semillas de marihuana de alta calidad en países como Holanda y España.

Este material vegetal fue trasladado a zona rural de municipios como Toribío, Caloto, Santander de Quilichao y Corinto, en el norte del Cauca, donde fueron adaptadas y cultivadas por el clan de los garro con la misma tecnología usada en los invernaderos donde se producen las flores, en el oriente antioqueño.

Según los estudios, el aire acondicionado y la fertilización hacen que la concentración de la hoja de marihuana tenga hasta el 30% más de principio activo, lo que la hace más atractiva y eleva los costos en el mercado ilícito.

El fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, dijo que se habla de una nueva forma de sumisión, en pleno siglo XXI, a comunidades indígenas y campesinas del Cauca, situación que no se puede tolerar.

Transporte

Las más de 300 horas de grabaciones obtenidas por la Fiscalía, permitieron establecer que una vez recolectada, secada y empacada, la marihuana se distribuía desde el Cauca, a gran parte del país, llegando a ciudades capitales como Medellín, Cali, y regiones como el eje cafetero e incluso Bogotá.

Dentro de la cadena los encargados de la distribución usaron todos los métodos de transporte. La Fiscalía tiene documentado el envío por empresas de mensajería, camiones adaptados con caletas, transporte público de pasajeros y pesado que sacaba productos agrícolas de la región.

Todas las rutas de transporte fueron detectadas por procedimientos electrónicos.

El mayor crimen identificado muestra la forma como la organización criminal genera dependencia a la drogadicción a través de “chupos” que regalan a los niños en los colegios, impregnadas de drogas sintéticas.

En la operación “Génesis” se escaló y se judicializó directamente a los responsables de los eslabones altos de la organización criminal, como lo dueños de los cultivos y los responsables de las finanzas.

La estructura desarticulada estaba comandada por los hermanos Garro, alias El Mono, alias Eliza y alias Jeringa, dueños de los cultivos de marihuana.

Los detenidos fueron judicializados por delitos como concierto para delinquir con fines de narcotráfico; tráfico, fabricación y porte de estupefacientes agravado; destinación ilícita de bienes muebles e inmuebles; uso de menores de edad para la comisión de delitos; tráfico y porte de armas de fuego y municiones; cultivos ilícitos.