La situación de violencia, que vive el Cauca, y las manifestaciones en contra de nuestro ejército, además de un reciente atentado contra una delegación de Naciones Unidas, amerita un examen riguroso, por parte de la Secretaría de Gobierno Departamental del Cauca, porque debemos identificar de donde vienen esos ataques. La incertidumbre, que se siembra con estos actos, puede desembocar en anarquía y ella no le conviene, sino a las extremas.