Un llamado a la sensatez, y a recapacitar, por parte de las autoridades, de los líderes indígenas, campesinos, mestizos y urbanos, sobre la intolerancia y la xenofobia, que empieza a brotar por todos lados en el departamento del Cauca. La iniciativa de uno o dos centenares de payeneses de ir a buscar la sede del CRIC, para demostrar allí su inconformidad, y hacer sentir a los aborígenes nuestra desaprobación de la reiterada toma de la vía panamericana, y de esta forma visibilizar sus problemas, es un campanazo de alerta, para todos, sobre lo que estamos cocinando, una sociedad, al borde de la confrontación directa, pues en ella tuvo que intervenir la fuerza pública, ya que de parte del CRIC, se movilizó igualmente a un número significativo de comuneros, para enfrentar la «turba urbana». Llamado a entrar mucho más en procesos de paz y convivencia.